La Trinidad – Estudio 3.2 – La encarnación del Hijo

Objetivo: Analizar el nacimiento de Jesús en relación a sus aspectos históricos y proféticos.

I. Primeros Antecedentes

Analizaremos algunos aspectos históricos relacionados con el nacimiento de Jesús, es decir, el contexto histórico en que se enmarca este gran acontecimiento, y también las profecías mesiánicas declaradas por los profetas de Dios bajo el Antiguo Pacto.

Las profecías que anunciaban la venida del Mesías prometido se pueden clasificar en dos grandes líneas. Una de ellas apunta particularmente al advenimiento de un Mesías soberano, que cumplía con el perfil del Libertador de Israel del yugo de Roma, bajo el cual se encontraba Israel en el tiempo del nacimiento de Jesús. La otra línea nos ofrece una visión de un Mesías sufriente, que se encuentra sujeto a padecimientos y menosprecio.

Entre las profecías mencionadas no hay contradicción en absoluto. Todas ellas hablan sobre Jesús, el Mesías prometido. La explicación es que algunas profecías tienen un cumplimiento en la primera venida y otras en su segunda venida. Es hermoso poder observar la venida del Hijo de Dios en dos etapas: la primera, semejante a un cordero para ser sacrificado en favor de los hombres a fin de que tengamos paz para con Dios por medio de él; y la segunda venida, semejante a un León, el Rey que viene a juzgar su reino y toda la creación.

A continuación vemos un cuadro que grafica las dos líneas proféticas ya mencionadas:

Profecías en torno al Mesías Sufriente. Profecías en torno al Mesías Soberano.
Salmos 22:18; 69:21 Salmos 2:6-8; 68:18; 118:22.
Isaías 59:6; 52:14; 53:1-10; Isaías 9:6-7; 32:1-3; 42:1-4;
Daniel 9:26 Jeremías 23:5
Zacarías 11:12; 12:10; 13:7 Daniel 2:44; 7:13-14;
Miqueas 5:2
Zacarías 6:12-13; 9:9-10
Malaquías 3:1.

A) Aspectos históricos que rodearon el nacimiento de Jesús

Con respecto al nacimiento de Jesús y su contexto histórico, las Escrituras nos entregan algunos detalles dignos de considerar. Algunos de estos eventos han sido y son motivo de discusión entre los eruditos, pues implican una investigación acuciosa en torno a los detalles que son posibles de observar. Nosotros veremos estos asuntos desde una perspectiva general.

Uno de los acontecimientos que tuvieron lugar en este periodo fue el empadronamiento que promulgó Augusto César, emperador de Roma, mediante un edicto real. Esta acción propició que José y María subieran desde Galilea a la ciudad de David (Belén), por cuanto ellos pertenecían a la casa y familia de David (Luc. 2:4).

Algo interesante de este hecho histórico –que además está respaldado por documentos no cristianos– es que este censo fue realizado en la estación del año correspondiente a primavera-verano en el Hemisferio Norte, que eran los mejores meses para desplazarse por toda Palestina. Esto ayuda a la tesis que arguye que Jesús no pudo haber nacido en el mes de diciembre.

Otro hecho importante es la orden dada por Herodes después del nacimiento de Jesús, que consistió en dar muerte a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén y sus alrededores. Esta acción dio cumplimiento a las Escrituras que hablaban sobre aquella matanza acaecida en la época en que el Señor Jesús vino al mundo (Jer. 31:15).

B) Profecías y cumplimiento de su advenimiento

A continuación tenemos algunos versículos bíblicos que mencionan las profecías sobre el nacimiento del Salvador y su cumplimiento.

Profecías Cumplimiento
Génesis 3:15 Gálatas 4:4; Lucas 2:7
Génesis 18:18 Hechos 3:25; Mateo 1:1
Jeremías 31:15 Mateo 2:16
Miqueas 5:2 Lucas 2:4-7; Mateo 2:1
Isaías 7:14; 9:6 Mateo 1:23

Su especial nacimiento

La idea de un nacimiento virginal no era extraña a la comprensión de los judíos de la Escritura. A pesar de que la malinterpretaron, muchos de los rabinos explicaron Jeremías 31:22 (“la mujer rodeará al varón”) de una manera que sugiere que el Mesías tendría un nacimiento inusual. Su explicación extravagante de ese versículo (“El Mesías no tendrá un padre terrenal … el nacimiento del Mesías será como el rocío del Señor, como gotas sobre la hierba, sin la acción del hombre”), conservó por lo menos la idea general que tal acontecimiento sería único.

En realidad, el libro de Génesis nos da la primera indicación que el nacimiento de Cristo sería especial: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya” (3:15). Técnicamente, la semilla de la mujer pertenece al hombre, pero la concepción de María por el Espíritu Santo es el único caso en la historia en el que una mujer tuvo en su interior una semilla que no se originó de un hombre. Esta es una obra completa, absoluta y gloriosa del Espíritu Santo.

C) La necesidad de su venida. Una aplicación

El nacimiento de Jesús, en el tiempo y lugar, no fue algo azaroso; todo obedeció a un ordenamiento eterno del plan divino diseñado por Dios. Su venida era algo necesario.

Al observar los distintos eventos a lo largo de toda su genealogía, quedamos asombrados del actuar de Dios. Desde Adán, pasando por los patriarcas, la casa de David, la dispersión o deportación a Babilonia, hasta llegar a los días de su nacimiento, todo fue conducido con sabiduría por Dios. El Mesías nació y, con él, todas las Escrituras tuvieron cumplimiento. El Señor Jesucristo alcanzó para nosotros, por medio de su sacrificio en la cruz, eterna redención. ¡Gloria al bendito Hijo de Dios!

II. Preguntas

  1. ¿Existe contradicción entre las profecías mesiánicas?
  2. Nombre un hecho histórico ocurrido en la época del nacimiento de Jesús.
  3. ¿Considera usted que los hechos históricos (tiempo y lugar) asociados al nacimiento fueron fortuitos? Fundamente.

III. Referencias Bibliográficas

  • F.F. Bruce: “La epístola a los Hebreos”.
  • Marcos Moraes: “Se vació de sí mismo”.
Compártelo: