“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28)
En circunstancias apremiantes y difíciles, tanto en nuestra vida como a nuestro alrededor, podemos confiar en esta palabra.
La historia de José, en el antiguo testamento, será un ejemplo alentador, de cómo Dios tiene el poder de obtener el bien -según su propósito- aun de las situaciones más negativas.