Objetivo: Clarificar los roles de las personas de la Trinidad.
I. La Trinidad. Generalidades.
- La Santísima Trinidad es un misterio central de nuestra fe.
- Nuestro Dios es uno: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” (Deut. 6:4)
- Dios existe en tres personas – El Padre, Hijo, y Espíritu Santo– Dios es una Trinidad.
- Solo hay un Dios, pero en la perfecta unidad que es Dios hay una eterna distinción entre tres personas que reciben el título Dios y Señor y a quienes se atribuye la creación:
a. Cada uno recibe el título de “Dios”.
- El Padre es Dios (Rom. 1:7)
- El Hijo es Dios (Mat. 1:23; Rom. 9:5; Heb. 1:8)
- El Espíritu Santo es Dios (Hech. 5:3-4; Ef. 2:22)
b. Cada uno recibe el título de “Señor”
- El Padre es Señor (Mat. 11:25)
- El Hijo es Señor (Hech. 2:36; Rom 10:9)
- El Espíritu Santo es Señor (2 Cor 3:17)
c. Cada uno aparece como Creador.
- El Padre (Is 42:5; 45:18; 1 Cor. 8:6)
- El Hijo (Jn. 1:3; Col. 1:16; Heb 2:2; 1 Cor 8:6)
- El Espíritu Santo (Gén 1:2; Job 16:13; 33:4).
II. Doctrina de la Trinidad
- Hay en el Ser divino una sola esencia (naturaleza) indivisible. Uno en esencia.
- Hay en el Ser divino tres personas o subsistencias, para poder hacer distinciones. Pero en Dios no hay tres dioses, uno junto al otro y separados uno del otro; sino solo distinciones personales de uno mismo.
- La esencia de Dios plena pertenece por igual a cada una de las tres personas. No puede haber subordinación de una persona de la Deidad hacia la otra, y por consiguiente ninguna diferencia en dignidad personal.
- Igualdad en autoridad (Jn. 5:18; Fil. 2:6)
- La relación y operación de las tres personas están definidas por un orden. Implican una cierta subordinación como el modo de subsistencia personal; pero ninguna subordinación que tenga que ver con la posesión de la esencia divina.
- El Hijo y el Espíritu son subordinados en cuanto a sus funciones (Jn. 5:19; 14:10). Esto es una subordinación de actividad, no una subordinación de personas.
- La Trinidad es un misterio que sobrepasa la comprensión del hombre.En el sentido que el hombre no puede comprenderla y hacerla descifrable. Es comprensible en algunas de sus relaciones y modos de manifestación; pero indescifrable en su naturaleza esencial.
III. Cada persona de la Trinidad considerada separadamente
Distinciones de las propiedades: Existen propiedades y funciones que son particulares a una persona, las cuales no son particulares a las otras. Si no fuera por estas propiedades y funciones, sería difícil darse cuenta que son personas distintas.
El Padre
a) No es engendrado ni procede de ninguna de las otras personas.
b) Propiedades y funciones en las que el Padre destaca:
- Todas las cosas proceden de Él, es la causa absoluta (1 Cor. 8:6).
- Obra de creación (Is. 42:5; 1 Cor 8:6).
- Designio obra de redención (Is. 53:10; Sal. 2:7-9; 40:6-9; Ef. 1:3-6)
- Es todo santo, todo amor, todo misericordia y sabiduría.
- Hacernos sus hijos (1 Jn 3:1).
c) El Padre engendra, pero Él no es engendrado, Él envía al Hijo y al Espíritu Santo, pero nunca es enviado por ellos, Él llama eficazmente, aunque usa el Espíritu como el medio. El Padre nunca es el medio de la actividad de las otras personas.
El Hijo, Jesucristo
a) Es engendrado eternamente del Padre (Jn. 1:14,18; Heb. 1:5).
Esto no significa que es un acto que fue terminado en un muy distante pasado, sino más bien, que es un acto que no pertenece al tiempo, acto de un eterno presente, un acto siempre continuo y ya siempre completo.
- Esto no significa que Él es un ser creado.
- Esto no significa que Él es inferior al Padre.
- Esto significa simplemente que la relación entre la primera y la segunda Persona es como la relación entre el pensamiento y la palabra. Sin el pensamiento, no se emitiría palabra. Pero sin emitir palabra, el pensamiento no se conocería.
b) Es la imagen misma de Dios (2 Cor. 4:4; Col. 1:15; Heb. 1:3)
c) Propiedades y funciones en las que el Hijo destaca:
- Por (mediante) Él son todas las cosas (1 Cor. 8:6).
- Se hizo hombre, se encarnó (Jn. 1:14; Fil 2:7).
- Es la luz que alumbra a todo hombre (Jn. 1:9).
- Obra de redención (Ef. 5:2, 25).
- Murió en la cruz (Jn. 19:17-30; 1 Cor. 11:26; Fil 2:8).
d) El Hijo es el Redentor, y Él se ofrece a sí mismo (Fil. 2:5-11; Heb. 1:2-3).
El Espíritu Santo
a) El Espíritu Santo procede eternamente del Padre y del Hijo.
- Él es enviado por el Padre y el Hijo (Jn. 15:26).
- El Espíritu Santo habla de lo que oye del Padre y del Hijo.
- Da testimonio de Cristo (Jn. 15:26).
- Vino como el Parakletos (Consolador, Abogado), a tomar el lugar de Cristo y a hacer la obra de Cristo sobre la tierra; es decir, a enseñar, proclamar, testificar, declarar, como el Hijo lo había hecho (Jn. 14:26; 15:26; 16:7).
b) El Espíritu:
- Regenera (Tito 3:5).
- Redarguye (Jn. 16:7-8).
- Guía (Rom. 8:14).
- Reparte dones a quien quiere (1 Cor 12:11).
“Una creencia popular entre los cristianos divide las obras de Dios entre las tres Personas, atribuyéndole una parte concreta a cada una, como por ejemplo, la creación al Padre, la redención al Hijo y la regeneración al Espíritu Santo. Esto es en parte cierto, pero no por completo, porque Dios no puede dividirse a sí mismo de tal manera que una de las Personas trabaje mientras otra permanece inactiva. En las Escrituras se muestra a las tres Personas actuando en una armoniosa unidad en todas las obras poderosas que son realizadas a lo largo y ancho del universo”
A. W. Tozer, “El Conocimiento del Dios Santo”.
IV. Preguntas
- ¿Qué atributo comparten plenamente el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?
- Mencione la acción del Padre que se muestra en Isaías 53:10.
- Escriba tres características que destaquen de la persona del Hijo.
- ¿Qué funciones cumple el Espíritu Santo como “Parakletos”?
Verdadero/Falso (Justifique las falsas)
- ___ Solo hay un Dios, que existe en tres personas: El Padre, Hijo y Espíritu.
- ___ Jesús y el Espíritu Santo son inferiores al Padre en su esencia o naturaleza.
- ___ El Padre murió en la cruz por nuestros pecados.
- ___ El Hijo es engendrado del Espíritu Santo.
- ___ El Espíritu Santo procede solo del Padre.
- ___ El Espíritu Santo habla lo que oye del Padre y del Hijo.
V. Recomendaciones Bibliográficas
- L. Berkhof: Teología sistemática. Capítulo 8, “La Santa Trinidad”.
- Lewis Sperry Chafer: Teología Sistemática. Capítulo 5, “La Trinidad de Dios”.
- A.W. Tozer: El conocimiento del Dios Santo.
- Gino lafrancesco: “El Hijo de Dios en la Trinidad”, Mensaje impartido en Temuco, en Agosto de 2009. www.aguasvivas.cl