Una mirada salvadora

Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra…” (Isaías 45:22).

Dios hizo la inversión más grande, jamás imaginada, para atraernos de regreso a Sí mismo. Le miramos en el Cristo crucificado, y recibimos una paz completa, que nadie nos podrá arrebatar: nuestra eterna Salvación.

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