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Mensajes el “Filipenses”
Viviendo la centralidad de Cristo
Tras haber sido abierto su entendimiento para la comprensión de las Escrituras, los discípulos llegaron a ser muy fructíferos en su servicio bajo la dependencia del Espíritu Santo. Hoy tenemos las Escrituras del Nuevo Pacto, con un nivel muy elevado en cuanto a vida y poder. Necesitamos el mismo favor del Señor que ellos recibieron, para ser fieles siervos del Señor en la presente generación, con miras a Su glorioso retorno.
Mateo 26:36-44; Romanos 15:18-19; 1 Corintios 15:10; Gálatas 2:20; Efesios 3:16-17; Filipenses 1:21; Colosenses 1:27; 2 Corintios 12:7-10.
Ganar a Cristo (Parte III)
Una palabra para jóvenes que se encuentran en condición de noviazgo y para los que deseen entrar en este tipo de relación.
Filipenses 3:8-11.
Ganar a Cristo (Parte II)
Conocer al Señor y padecer por su causa son dos asuntos que deben ocuparnos la vida entera.
Filipenses 3:8-11.
Ganar a Cristo (Parte I)
Ser hallado en Cristo debe ser una de las mayores ambiciones en la vida. Esa pregunta formulada por Dios en Génesis al primer hombre:”¿Dónde estas tú?”, busca todavía una respuesta de nuestra parte.
Filipenses 3:8-11.
La Humildad (Parte 2)
La belleza del carácter de Cristo. Un elemento vital para vivir en comunión – En las relaciones del Cuerpo de Cristo y en el matrimonio.
1 Pedro 5:5, Romanos 12:10, 12:16; Efesios 4:2; Filipenses 2:3; Efesios 5:21
Proyecto de vida (Parte II)
La vida de Eliseo es un claro ejemplo de un hombre que superpuso todo a la visión y vocación que había recibido. ¿Qué haremos nosotros? El Señor Jesucristo nos ofrece un proyecto de vida donde uno de los objetivos es ser hallado en él, conocer el poder de su resurrección y participar de sus padecimientos.
Filipenses 3:8-11, 1 Reyes 19:19-21
Proyecto de vida (Parte I)
El Señor Jesucristo nos ofrece un proyecto de vida donde uno de los objetivos es ser hallado en él, conocer el poder de su resurrección y participar de sus padecimientos. Sin duda, es un alto proyecto, una alta vocación o llamado que nos realiza el mismo Dios. Tenemos que responder a esta vocación, a este proyecto de vida que el Espíritu Santo ha diseñado para nosotros.
Filipenses 3:8-11.