Mensajes el “Romanos”
Un llamado para reedificar (Parte V): La presencia de Dios en su Casa
La presencia de Dios es vital en medio de su pueblo. Si él no está allí, todo pierde su valor. En el libro de Hageo, el Señor llama la atención hacia sí mismo, y no hacia aquellos objetos que lo simbolizaban. Este es el mismo llamado que él hace hoy a la iglesia: que busquemos su presencia gobernando todo, su gloria llenando todo y su santidad en medio de su Casa.
Hageo 2. Éxodo 33:15. Isaías 6. Efesios 1:3. Juan 17:24. Rom 3:23-26
Un llamado para reedificar (Parte III): El Señor sobre nosotros
La única forma de servir al Señor y, en consecuencia, realizar con propiedad la obra que él nos ha encomendado, es estando bajo Su autoridad. En el caso del profeta Hageo, esto era una realidad. Dios estaba sobre él y eso era fundamental en su ministerio. Que nosotros también podamos cumplir nuestro servicio a Dios estando él sobre nosotros.
Esdras 5:1. Mateo 11:29-30. Romanos 6:17-18. Hageo 1:3-5
Un llamado para reedificar
La constante oposición espiritual sobre el remanente que salió de Babilonia condujo a un dramático cese de la obra de restauración en Jerusalén. Por esta causa, el Señor interviene por medio del ministerio profético, despertando, una vez más, el espíritu de aquellos que un día fueron llamados a reedificar el testimonio de Dios.
Esdras 4:24, 5:1; Hageo 1:1-8, 14, Hechos 7:49; 1 Tim 3: 15; Hebreos 3:6 Jeremías 6:16; Romanos 13:11-12; Hechos 1:14; Mateo 17:1-5; Lucas 9:32; 1 Pedro 1:8; 2 Pedro 1:19; 2 Tes. 1:10,12
El poder del Evangelio
La epístola a los Romanos, cuyo asunto central es “la gloria del Evangelio”, nos muestra el camino de la recuperación del hombre destituido de la gloria de Dios. Mediante la redención en Cristo Jesús, el hombre caído es llevado hasta su plena incorporación a la iglesia del Dios viviente, el cuerpo de Cristo, bajo cuyos pies el enemigo de Dios será finalmente aplastado.
Romanos 3:23-24; 5:1; 8:29; 16:20.
La iglesia ante el presente desafío cultural (Parte II)
Los desafíos que la cultura actual representa para la iglesia, y cómo responder a ellos desde el Evangelio.
Romanos 1:18-32.
La iglesia ante el presente desafío cultural (Parte I)
Los desafíos que la cultura actual representa para la iglesia, y cómo responder a ellos desde el Evangelio.
Romanos 1:18-32.
El anuncio del Consolador
El “otro Consolador”, el Espíritu Santo, fue enviado a la tierra para convencer al hombre de pecado, de justicia y de juicio, dejando en evidencia la realidad pecaminosa del hombre.
Ef. 2:1-3; Rom. 5:12; Juan 16:7-11; Is. 64:6, Col. 1:14; 2:15; 1 Jn. 3:8; Apoc. 20:1-2,10.
Redescubriendo el Evangelio
Todo avivamiento en la historia de la iglesia, comenzó con un redescubrimiento del evangelio. Necesitamos mantener un énfasis equilibrado entre la enseñanza para edificación y la predicación del evangelio – tal como podemos observarlo en la vida y ministerio del apóstol Pablo.
1 Corintios 9:16-23; Efesios 2:1-5; Romanos 1:1-5,14,16-17; Hechos 17:16-23
Viviendo la centralidad de Cristo
Tras haber sido abierto su entendimiento para la comprensión de las Escrituras, los discípulos llegaron a ser muy fructíferos en su servicio bajo la dependencia del Espíritu Santo. Hoy tenemos las Escrituras del Nuevo Pacto, con un nivel muy elevado en cuanto a vida y poder. Necesitamos el mismo favor del Señor que ellos recibieron, para ser fieles siervos del Señor en la presente generación, con miras a Su glorioso retorno.
Mateo 26:36-44; Romanos 15:18-19; 1 Corintios 15:10; Gálatas 2:20; Efesios 3:16-17; Filipenses 1:21; Colosenses 1:27; 2 Corintios 12:7-10.
Rut, figura de la Esposa Celestial – Capítulo 4: “Redención: de la desgracia a la gloria”
“Aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy”. Son las palabras de consuelo y determinación que apuntan a la obra de nuestro Pariente Redentor. Jesús ha dicho: “Edificaré mi iglesia…”, cuya expresión máxima será nuestra plena unión con Él en las bodas del Cordero. Al llegar al clímax de este drama, veremos cómo Booz concluirá el asunto; siendo conducidos por el Espíritu Santo a contemplar la gloria de nuestro Redentor, en relación a la restauración de la moabita, de la herencia y del heredero.
Rut 3:18, 4:3,5-6,9,10,13; Romanos 3:23, Hebreos 2:10,14, Juan 17:22, 24; Colosenses 1:27; Apocalipsis 19:7-8, 21:2,10-11; Salmos 139:16; Efesios 1:23; 2 Samuel 23:1-4