Mensajes el “S. Lucas”
Un llamado para reedificar (Parte IV): La casa de Dios
Dios, por medio del profeta Hageo, señala que la paralización de la obra de reconstrucción del templo en Jerusalén no radicaba en la oposición de los enemigos de Israel, ni aun en el edicto real que ordenaba su cese. La obra se detuvo porque el pueblo dejó de lado los intereses de Dios, y ellos se volvieron a sus propios asuntos. Hoy, el Señor también nos llama a reconstruir Su casa, esperando una respuesta de fe. Que nuestros espíritus sean despertados para llevar a cabo esta obra, y de esta forma el Señor pueda agradarse de Su casa, que es la iglesia del Dios vivo, columna y baluarte de la verdad (1 Tim. 3:15).
Esdras 6:14; Hageo 1:3, 8; Lucas 15:11; 1 Timoteo 3:15; 2 Pedro 2:2, 19.
Un llamado para reedificar
La constante oposición espiritual sobre el remanente que salió de Babilonia condujo a un dramático cese de la obra de restauración en Jerusalén. Por esta causa, el Señor interviene por medio del ministerio profético, despertando, una vez más, el espíritu de aquellos que un día fueron llamados a reedificar el testimonio de Dios.
Esdras 4:24, 5:1; Hageo 1:1-8, 14, Hechos 7:49; 1 Tim 3: 15; Hebreos 3:6 Jeremías 6:16; Romanos 13:11-12; Hechos 1:14; Mateo 17:1-5; Lucas 9:32; 1 Pedro 1:8; 2 Pedro 1:19; 2 Tes. 1:10,12
Redescubriendo el Evangelio (Parte II)
El Evangelio es una buena noticia, un anuncio de que ha ocurrido algo extremadamente bueno para nosotros, contra toda esperanza. Todo el poder y autoridad del cielo ha irrumpido en el curso de la historia humana, siendo Dios mismo el que ha venido a salvarnos en Cristo.
Marcos 1:1-3, 14-15; 3:13-15; Lucas 1:46-48,52-53; 2 Reyes 5:1-19; Tito 3:1-8
Avivamientos de la iglesia primitiva (Parte VI)
El desafío de los testigos de Cristo en el primer siglo era morir por el Señor. Nuestro desafío presente es vivir por el Señor. En la parábola del sembrador es posible identificar enemigos que persiguen a la iglesia hoy. El diablo, la superficialidad y las ansiedades son presentados con una clara luz de advertencia para que, como iglesia, reaccionemos a una relación viva con la palabra de Dios y seamos realmente los testigos de Cristo en esta generación.
Hechos 1:8, 2:32, 5:32; Mateo 13:3-9; Lucas 8:5-15; Hebreos 5:11,6:1; Hechos 11:19-26, 13:1-2.
Avivamientos de la iglesia primitiva (Parte V)
Ante la inminente venida del Señor Jesús, él espera una iglesia donde pueda derramar de su Espíritu en los corazones de hombres y mujeres dispuestos a ser llenos, produciendo así un avivamiento glorioso. Aquellos que son llamados a participar de él han de entregarse completamente a la vida y el poder del Espíritu Santo.
Jn. 14:16-17; Lc. 24:49; Jn. 20:19-23; Mr. 16:12-14; Hch. 1:2-3, 4; 1 Jn. 1:2-3; Hch. 2:12-14; Hch. 2:44-47; Hch. 4:23-24, 31; Hch. 5:12
El ministerio de Jesús resucitado
La preparación de los discípulos para ser el testimonio del Señor entre los hombres. Nuestra preparación para servirle hoy con la mirada puesta en su glorioso retorno. La misericordia y la gracia.
Lucas 24. Hechos 1. Hebreos 4:14-16
Rut, figura de la Esposa Celestial – Capítulo 3:1-4: “Él avienta esta noche la parva de las cebadas”
Hay una tarea que Booz se reservó tan solo para sí: aventar el grano en la era. Durante la noche avanzada, y en la esperanza del amanecer de la manifestación del Señor Jesucristo, es necesario que el juicio comience por la casa de Dios. Nuestro consuelo es que Cristo mismo ha tomado en sus manos esta tarea, cuyo su fin es conducirnos a la gloria.
Rut 3:1-4; Lucas 22:31,32; 1 Pedro 4:17; Job 31:40, 33:14-17, 42:5-6
Avivamientos de la iglesia primitiva (Parte IV)
Si no tenemos una experiencia viva y real con el Señor Jesús, viviremos un evangelio a la sombra de otros, del cual los otros hablan, y no del evangelio propio; un Cristo del cual otros hablan, y no el Cristo que nosotros tocamos.
Después de su resurrección, Jesús se presenta a sus discípulos. En su gran misericordia, es él quien da el primer paso. En esta ocasión, vemos cómo actúa con Tomás y con Pedro.
El Señor anhela ser tocado. Él quiere venir y transformar nuestra incredulidad en una experiencia real con él, sabiendo la incapacidad que tenemos como seres humanos para venir a su presencia.
Juan 20:26-31. Juan 21:1-14. Juan 18:10. Hechos 1:14. Hechos 2:1. Lucas 22:57-60.
Avivamientos de la iglesia primitiva (Parte III)
Vivimos una época de aumento de la maldad en el mundo. A su vez, la iglesia se encuentra sumida en la prosperidad y comodidad. Debemos creer la palabra profetizada por Joel: “Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne”. Para ello, es necesario ser quebrantados, pues Dios no camina con un pueblo de dura cerviz. En esta serie, continuamos revisando las visitaciones de Cristo previas a su ascensión. Desde tres ángulos de una misma visitación, encontramos la gran comisión encargada a los discípulos, a quienes Cristo les abrió la mente para entender las Escrituras, y sopló sobre ellos aliento de vida, iniciando así la gran obra del Espíritu Santo.
Marcos 16:14-18. Lucas 24:36-45. Juan 20:19-23. Éxodo 33:1-3. Salmo 34:18. Salmo 51:16-17. Hechos 7:51.
Avivamientos de la iglesia primitiva (Parte II)
Los evangelios registran ciertas marcas mostradas en las apariciones de Jesús resucitado, las cuales el mismo Señor espera hallar hoy en medio de su iglesia. En estos postreros tiempos, el Señor derramará abundantemente de su Espíritu sobre toda carne, lo cual traerá un gran avivamiento previo a su venida, en medio de su Casa.
Hechos 1:1-5. Juan 20:11-18. Mateo 28:8-10. Lucas 24:13-35.