Mensajes el “Iglesia”
El día de las pequeñeces
“¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora?”. Esta es la pregunta del Señor, a través de Hageo, a un pueblo desalentado de la obra de restauración. Es inevitable trasladar esta pregunta a nuestros días, y sentirnos tan distantes de aquel fluir de vida y poder en la iglesia primitiva. Sin embargo, Dios levanta una voz de consuelo para nuestros corazones, por medio de la promesa de su visitación a aquellos que permanecen fieles en el día de las pequeñas cosas.
Hageo 2:3; Hechos 1:14, 2:1; Hageo 2:4; Esdras 1:1,3; 3:2,3,10,12;4:2,4-6,24;5:1; Hageo 2:5-9; Zacarías 4:6,9-10, 1 Pedro 1:8
Vida cristiana en los lugares celestiales
Muchas de las deficiencias actuales de la iglesia radican en la ignorancia de las realidades celestiales y espirituales más elevadas. La iglesia precisa volver su mirada a su Sumo Sacerdote. Nuestra salvación envuelve muchísimo más que solo ser libres del infierno. Al ser salvos, se produjo un cambio de estado, pues éramos hijos de ira y ahora somos hijos de Dios; y además, un cambio de posición, de estar muertos en delitos y pecados, a estar sentados juntamente con Cristo en lugares celestiales. Nuestra relación con Cristo hoy no es ya como Salvador del pecado, eso ya fue consumado. Hoy él es nuestro Sumo Sacerdote, quien trata con nuestras flaquezas.
Efesios 2:6; Colosenses 3:1-3; Hebreos 10:19-25
El ministerio de Jesús resucitado
La preparación de los discípulos para ser el testimonio del Señor entre los hombres. Nuestra preparación para servirle hoy con la mirada puesta en su glorioso retorno. La misericordia y la gracia.
Lucas 24. Hechos 1. Hebreos 4:14-16
Rut, figura de la Esposa Celestial – Capítulo 4: “Redención: de la desgracia a la gloria”
“Aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy”. Son las palabras de consuelo y determinación que apuntan a la obra de nuestro Pariente Redentor. Jesús ha dicho: “Edificaré mi iglesia…”, cuya expresión máxima será nuestra plena unión con Él en las bodas del Cordero. Al llegar al clímax de este drama, veremos cómo Booz concluirá el asunto; siendo conducidos por el Espíritu Santo a contemplar la gloria de nuestro Redentor, en relación a la restauración de la moabita, de la herencia y del heredero.
Rut 3:18, 4:3,5-6,9,10,13; Romanos 3:23, Hebreos 2:10,14, Juan 17:22, 24; Colosenses 1:27; Apocalipsis 19:7-8, 21:2,10-11; Salmos 139:16; Efesios 1:23; 2 Samuel 23:1-4
Rut, figura de la Esposa Celestial – Capítulo 3:1-4: “Te lavarás… te ungirás, y vistiéndote… irás a la era”
Una vez que Booz ha tomado la iniciativa de aventar el grano, Rut ha de prepararse para ir a la presencia de Booz. Esta virtuosa mujer representa fielmente a aquellos quienes, como Novia ataviada, se purifican por causa de la esperanza del día de Cristo.
Rut 3:1-4; 2 Tesalonicenses 2:1-3, 13-14; Efesios 4:13; 4:24,5:26; Juan 4:34, 14:23, 18:11; 1 Juan 2:27; 3:3; Apocalipsis 19:7; Romanos 13:14; Mateo 16:18
Avivamientos de la iglesia primitiva (Parte III)
Vivimos una época de aumento de la maldad en el mundo. A su vez, la iglesia se encuentra sumida en la prosperidad y comodidad. Debemos creer la palabra profetizada por Joel: “Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne”. Para ello, es necesario ser quebrantados, pues Dios no camina con un pueblo de dura cerviz. En esta serie, continuamos revisando las visitaciones de Cristo previas a su ascensión. Desde tres ángulos de una misma visitación, encontramos la gran comisión encargada a los discípulos, a quienes Cristo les abrió la mente para entender las Escrituras, y sopló sobre ellos aliento de vida, iniciando así la gran obra del Espíritu Santo.
Marcos 16:14-18. Lucas 24:36-45. Juan 20:19-23. Éxodo 33:1-3. Salmo 34:18. Salmo 51:16-17. Hechos 7:51.
Avivamientos de la iglesia primitiva (Parte II)
Los evangelios registran ciertas marcas mostradas en las apariciones de Jesús resucitado, las cuales el mismo Señor espera hallar hoy en medio de su iglesia. En estos postreros tiempos, el Señor derramará abundantemente de su Espíritu sobre toda carne, lo cual traerá un gran avivamiento previo a su venida, en medio de su Casa.
Hechos 1:1-5. Juan 20:11-18. Mateo 28:8-10. Lucas 24:13-35.
Avivamientos de la iglesia primitiva (Parte I)
Si el libro de los Hechos nos muestra el inicio de la iglesia por medio de un gran avivamiento, tenemos que considerar que, al finalizar la consumación de esta dispensación, el Señor derramará un último y gran avivamiento sobre su pueblo, cuyo fin será reunir todas las cosas en Cristo, “en la dispensación del cumplimiento de los tiempos”.
Hechos 2:1-2; 3:21; Efesios 1:19; Hebreos 11:39-40, 12:1; Marcos 16:9-11; Juan 20:11-18; Salmos 24:7-10.
Rut, figura de la Esposa Celestial – Capítulo 2:8-23: “No vayas a espigar a otro campo”
Cuando Booz encuentra a Rut espigando en su campo, tiene un cuidado muy especial: “Oye hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí…”. Esta palabra vuelve a hablar a nuestros corazones, con su contraparte en el Nuevo Testamento, cuando el apóstol Juan exhorta a la iglesia, diciendo: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo”. Un llamado a permanecer en el campo de las inescrutables riquezas de Cristo y acordarnos de su Nombre.
Rut 2:8,17,19-20; 1 Juan 2:15-17; Salmos 45:17
Prepárate para el encuentro con el Señor tu Dios (Parte III). La Casa de Dios
El Espíritu Santo tiene una función especial en estos últimos días: Preparar a la novia para el encuentro con su Novio. El nos muestra la Iglesia como la Casa de Dios en contraste con aquella que no es la Iglesia y por lo tanto no es la Casa de Dios.
Amós 4:4, 6-11. 5:4-7, 7:13 Apocalipsis 17:1;21:9